domingo, 17 de septiembre de 2017

Comenzamos con un cuento


Érase una vez una niña a la que le gustaba mucho dibujar. Un día, su abuelo, le regaló un lápiz mágico. El abuelo le contó que cualquier cosa que dibujase se haría realidad, sólo le puso una condición, que los dibujos que hiciese siempre tenían que tener como fin ayudar a los demás.
La niña se esforzaba día a día teniendo siempre preparados el lápiz y un cuaderno para dibujar aquello que alguien realmente necesitaba.
Pasado el tiempo al ver que el lápiz se iba acabando y ya no podía seguir sacándole punta, tomó la decisión de enterrarlo en el parque, en el que su abuelo se lo había entregado.
La niña creció, cambió de ciudad.
Al cabo de los años, quiso enseñar a sus hijos el lugar donde jugaba ella y se fueron al parque. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró un precioso árbol en el sitio donde un día había enterrado su lápiz.
Era un árbol grande, frondoso y robusto de cuyas ramas colgaban lapiceritos de colores, listos para que cada una de las personas al cogerlos sintiera el deseo de ser + y pudiera hacer un mundo mejor y más feliz.
¿Te atreves tú a coger un lápiz y reVALORizarte? 
¡Feliz curso!

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