martes, 30 de noviembre de 2021

¿Preparamos el camino?

 Nuestro lema este año es “caminamos juntos”. Pero ¿hacia dónde?


  
A veces es más importante el propio camino y lo que se comparte en él que la meta. Y es que, en nuestra vida, los caminos son muchos y variados. Nuestra propia vida es un camino. Pero en ella se abren multitud de senderos que nos llevan a diferentes lugares. Algunos tenemos que recorrerlos solos, otros los recorremos con las personas que queremos y otros los recorremos con personas que se nos van uniendo y que van formando parte de nuestro caminar.



Con la llegada del mes de diciembre se abre ante nosotros adviento, tiempo de preparación que nos llevará hasta la navidad.

En nuestra ciudad, en nuestro entorno ya hay muchos signos visibles que nos van indicando que algo diferente se acerca: luces en las calles, regalos en las tiendas, árboles que se empiezan a llenar de bolas, espumillón y adornos… 

...y hasta la imagen de un niño en un pesebre, que aunque a veces pase casi inadvertido es el responsable principal de todo esto.



Sí, con el adviento nos preparamos para la navidad, y la navidad es mucho más que regalos, turrones, vacaciones y encuentros familiares. En navidad recordamos la llegada de Jesús y todo lo que ello implica. La llegada del Mesías, del que nos trae la Buena Noticia de que, si queremos, podemos hacer que el Reino de Dios sea algo real, podemos hacer que nuestro mundo sea mejor. Pero ¿nos creemos esa buena noticia? ¿la hacemos nuestra? ¿participamos para hacer que esa noticia se convierta en realidad?

Igual que con las la llegada del año nuevo la gente hace propósitos de mejorar o hacer ciertas cosas, con la llegada de la Navidad se nos recuerda que como creyentes, Jesús y su mensaje sigue vivo y presente entre nosotros si queremos acogerlo. Por eso, durante el adviento nos preparamos para su llegada, “preparamos el camino”, para que cuando llegue la Navidad, ese niño que representa todo lo positivo que queremos que se haga realidad en nuestro mundo, nazca de verdad en nuestros corazones y la alegría que nos produce celebrar su llegada, haga que nuestra manera de ser y de vivir no sea como un propósito de año nuevo que queda en nada pasadas unas semanas, sino que se traduzca en una BUENA NOTICIA parea los que nos rodean.

Por tanto… ¿preparamos el camino?



 

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