martes, 8 de octubre de 2024

DOMUND 2024

 


DOMUND: JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES

El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.
Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.
#DOMUND



“Id e invitad a todos al banquete”

El lema de este Domund nos lo ofrece el papa Francisco, inspirándose en la parábola del banquete de bodas. La misión es un “ir” incansable para invitar al mundo entero al banquete de la fraternidad, de la Eucaristía, de la reunión con el Señor; una invitación hecha con el estilo de Jesús (con ternura, caridad y cercanía) que es quien nos envía y al cual anunciamos. Porque la salvación que Jesús ha venido a traernos es para todos y, en especial, para los últimos, los lejanos, los excluidos.



Este año, con motivo del Domund nos invitan a participar, a ponernos en marcha y a invitar a otros a que también se animen a participar, a ser misioneros, incluso desde nuestro rincón.

Si nos fijamos en las cuatro palabras principales del lema de este año, podemos hacer una pequeña reflexión:

Id:  esta palabra implica un movimiento. Lo primero que nos pide Jesús con esta palabra es que no nos quedemos sentados en el sofá, que nos pongamos en marcha. Cuando algo de verdad nos parece importante, como a los misioneros, no vale sólo con ir una vez y rendirse si no conseguimos frutos, sino que hay que ir de manera insistente, sabiendo que quien da las fuerzas para no desanimarse es el propio Jesús.
                               
Invitad: Una vez nos hemos animado a salir para encontrarnos con el prójimo, tenemos que invitarle. El cristianismo no es una imposición, es una propuesta de vida, una propuesta de cambio, es la propuesta de Jesús. Cuando hablamos con nuestros amigos, los jóvenes debemos ser pacientes, y saber que es Jesús quien realmente nos invita a todos a formar parte de su Reino. ¿Y cuál es la mejor carta de invitación? El amor y la ternura con la que Jesús trataba a los demás.


Todos: Lo más cómodo es invitar sólo al amigo, al que me cae bien. Dios nos llama a todos a llevar la propuesta del cristianismo a todo el mundo, sin excepción. Además, aquí entra en juego la vocación misionera: no hay vida que refleje mejor este mensaje que la de un misionero, que sale de su tierra a los caminos que nadie ha recorrido para invitar a aquellos que nunca han sido invitados.


Banquete: Una vez ya estamos en la Eucaristía, el banquete, el papel es acompañar, ¿a quién?, a Jesús y a toda la Iglesia. La Eucaristía es ese banquete en el que todos juntos celebramos que nuestro mejor amigo, Jesús, ha entregado su vida por todos nosotros y que todos, sin excepción, podemos sentirnos unidos como una familia.


Como reflexión final, y a modo de motivación, podemos escuchar la siguiente canción, cuyo mensaje de fondo es precisamente ese, que no estamos solos, que nos tenemos unos a los otros y que, juntos, podemos hacer de este mundo un lugar mejor, al que poder llamar hogar. No es fácil, pero con gestos como el que se nos ofrece con campañas como la del Domund, podemos dar pequeños grandes pasos para conseguirlo.









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