martes, 20 de agosto de 2024

LA PASCUA

 LA VICTORIA SOBRE LA MUERTE

Al amanecer del domingo, al tercer día de morir, Dios Padre resucita a Jesús. En este acontecimiento Jesús pasa de la muerte a la vida y del fracaso absoluto al triunfo. Hay un periodo de apariciones a sus discípulos que culmina con la venida del Espíritu Santo. La pequeña comunidad formada por un grupo atemorizado y escondido, pasará a ser un grupo esperanzado y valiente que empieza a recorrer los caminos proclamando la buena noticia de que Jesús, muerto en la cruz, ha resucitado y se ha manifestado como el Mesías, el Cristo (según lo expresen en la lengua hebrea o griega). Jesús es mostrado ante los esclavos y las víctimas de la Historia como el libertador y Salvador.

Las mujeres van al sepulcro

El domingo temprano, unas mujeres discípulas de Jesús fueron a la tumba a embalsamarlo. El viernes no pudieron hacerlo porque se hubieran alargado hasta el día siguiente, sábado, infringiendo el descanso riguroso exigido por la religión judía en Sabbat. Pero al llegar allí, se encuentran con que la tumba está vacía. Según el relato de Lucas, dos personajes iluminados (dos ángeles) les indican que Jesús ha resucitado.

María Magdalena

El evangelio de Juan da un protagonismo específico a María Magdalena en estos momentos tras la muerte de Jesús. Jesús había liberado de sus males a María, que se había convertido en una de las discípulas más importantes. Ella sería una de las mujeres que acudieron temprano a la tumba. Será la primera en tener un encuentro con Jesús resucitado. Al ver el sepulcro vacío se echa a llorar y pregunta al que cree que es el jardinero, si él sabe dónde está el cuerpo de su señor. Jesús la llama por su nombre y entonces lo reconoce. Ella se emociona y él le dice que no le retenga todavía, que aún no ha subido al Padre. Esa escena ha dado lugar a la famosa iconografía del "Noli me tangere" en el mundo del arte.

Los discípulos de Emaús

Jesús resucitado se aparece a dos discípulos que caminaban de regreso de Jerusalén cerca de la aldea cercana de Emaús. Ellos lo toman por otro viajero y dialogan con él sobre lo sucedido y le muestran su frustración. El "viajero" les ayuda a interpretar lo ocurrido desde las Sagradas Escrituras, haciéndoles ver que el Mesías tenía que sufrir y morir. Al llegar a Emaús, lo invitan a quedarse con ellos y lo reconocen al partir el pan y hacer la bendición. Después desaparece. Como le ocurre a María Magdalena, en los primeros encuentros con Jesús, su presencia no es inmediatamente reconocida, no basta utilizar sólo la vista, se necesita también la fe.

Apariciones a los apóstoles

A los apóstoles les cuesta creer en la resurrección de Jesús, pese a los primeros testimonios de las mujeres y luego de otros discípulos. No es hasta que Jesús se le aparece al grupo cuando lo asimilan y les ayuda a superar miedos y dudas. Uno de ellos, Tomás, reclamaba pruebas palpables de la resurrección. Jesús le dice: "Porque me has visto, has creído; dichosos los que no han visto y sin embargo creen".

Envío y ascensión

Cuarenta días tras haber resucitado, Jesús se aparece a sus discípulos y los envía a la misión  con el mandato de llevar la buena noticia a todos los pueblos y bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Además, antes de ascender a los cielos para siempre, les promete que siempre estará con ellos, que les enviará su Espíritu pronto.

Pentecostés

El grupo de los 12, número simbólico, se restablece al sustituir Matías a Judas.

Y a los cincuenta días de la resurrección de Jesús, durante la fiesta judía de Pentecostés, cuando los discípulos se encontraban con María y con otros discípulos en oración, sintieron una fuerza y recibieron el Espíritu Santo.

*Pentecostés

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